La vida es una experiencia maravillosa cuando se vive como un ser humano; la alegría y el dolor acompañan nuestros días mientras trascendemos el deseo. A partir de ese gran suceso, nos liberamos de más reencarnaciones.
Es vital sentir que vivimos y es maravilloso compartir ese sentir, después de todo nos alimenta una misma energía universal que nos comparte la realidad de la hermandada universal.
Los invito a que seamos agradecidos con los dioses, con el entorno, con la vida, con la familia, con los amigos, con los vecinos. Recuerdo el mensaje del Maestro: " nadie educa a nadie; nadie se educa solo. Nos educamos todos". Un saludo cósmico.